DESINSECTACIÓN

La salubridad y la higiene dentro de los edificios, locales y viviendas, están comprometidas frecuentemente por la presencia de insectos. Hasta los lugares más limpios pueden ser invadidos por algunas plagas de insectos. Además de las que causan mayor alarma (cucarachas y chinches) existen multitud de plagas con mayor o menor frecuencia y grado de afectación. Distinguimos a grandes rasgos varios grupos de insectos nocivos:

– Arrastrantes (cucarachas, hormigas, arañas, …)

– Hematófagos (chinches, pulgas, garrapatas, …)

– Voladores (avispas, polillas, moscas, mosquitos, ..)

– Xilófagos (carcoma, termitas, …)

Si bien con cada uno de estos grupos vamos a proceder de una manera diferente, es la experiencia del operario fundamental para proceder en cada caso para lograr su erradicación.

En el caso de los insectos arrastrantes y de los voladores, el primer paso es localizar los puntos de entrada de estos insectos (bajantes, sumideros, alcantarillado, rejillas de ventilación, …), junto con las medidas de optimización de las condiciones higiénico-sanitarias tendentes a dificultar su multiplicación e instalación (eliminación de agua, alimento y puntos de refugio y desarrollo de hábitos saludables). Éstas constituyen las principales medidas preventivas para evitar la presencia de estas plagas. Complementariamente se aplicarán pautas de control directo sobre las especies nocivas.

En el caso de los insectos hematófagos, la principal medida para prevenir su aparición está en el control de los portadores y del material infestado. Además, son clave tanto la elección de un biocida adecuado como el modo de ejecutar su aplicación.